a creencia popular de que un mayor índice de masa muscular se traduce en una mayor fuerza ha sido ampliamente extendida y normalizada entre deportistas y atletas, e incluso entre algunos profesionales que los asisten. Sin embargo, la relación entre el tamaño muscular y la capacidad contráctil es mucho más compleja de lo que se pensaba inicialmente.
Hace más de 30 años, Moritani y De Vries identificaron las dos fases de adaptación durante el entrenamiento de fuerza, donde inicialmente el aumento de fuerza se debe a cambios neurales y luego la hipertrofia muscular se convierte en el factor dominante de la ganancia. Sin embargo, ha sido en los últimos años que se ha empezado a estudiar este fenómeno de manera más crítica.
Actualmente, se reconocen tres posibles escenarios que afectan el rendimiento y la capacidad contráctil del músculo en relación con su volumen. Estos escenarios son: 1) la fuerza aumenta proporcionalmente al tamaño del músculo, 2) la fuerza aumenta más que el tamaño del músculo, y 3) la fuerza no aumenta o aumenta menos que el tamaño del músculo.
Una revisión de la literatura realizada por los investigadores Carlo Reggiani y Stefano Schiaffino estimó que solo uno de estos escenarios (A) supone un aumento proporcional de fuerza y masa. Los demás escenarios (B y C) presentan una disociación entre la fuerza y la masa muscular, lo que significa que la fuerza puede aumentar más o menos que el tamaño del músculo.
Esta disociación entre fuerza y masa muscular se debe a múltiples variables, tales como las características de las fibras musculares, la acumulación de proteínas, las propiedades de las isoformas de miosina, la activación de los filamentos, el ángulo de penetración, entre otros factores.
IDiferentes tipos y modelos de adaptación muscular convergen bajo el concepto de hipertrofia, lo que sugiere que existen muchas formas diferentes de hipertrofia, pero la fuerza es un atributo más unificado.
En resumen, la relación entre el aumento del tamaño muscular y la capacidad contráctil es compleja y está lejos de ser simple y directa. . Esta comprensión más completa es esencial para mejorar la eficacia de los programas de entrenamiento y evitar generalizaciones erróneas en el ámbito del deporte y la salud.